La jubilación anticipada está en peligro de extinción. El Gobierno anunció recientemente su propósito de alargar un año la edad efectiva de retiro y, aunque desde el Ministerio de Empleo avanzaron que se trataba de una medida muy a largo plazo, ya se ha puesto manos a la obra para tratar de lograr este objetivo, algo que ha pasado prácticamente desapercibido. Así, desde el pasado 1 de enero la cotización por accidentes de trabajo y enfermedades profesionales que tendrán que pagar aquellos trabajadores que tengan reconocido el derecho de poder anticipar su edad de jubilación será la más alta, es decir, pagarán el 7,15% de su salario.
Esta fue una de las muchas medidas que el Ejecutivo aprobó el pasado 28 de diciembre dentro de un mega real decreto ley que a la vez que revalorizaba las pensiones en función del IPC incluía una serie de propuestas para mejorar los ingresos de las debilitadas arcas de la Seguridad Social. «Los empresarios que ocupen a trabajadores, a quienes en razón de su actividad les resulte de aplicación un coeficiente reductor de la edad de jubilación, deberán cotizar por el tipo de cotización por accidentes de trabajo y enfermedades profesionales más alto de los establecidos, siempre y cuando la aplicación de ese coeficiente reductor no lleve aparejada una cotización adicional por tal concepto», explica esta nueva ley. Recoge, no obstante, dos excepciones: no afectará a quienes acrediten un importante grado de discapacidad y tampoco a los trabajadores empleados en barcos de pesca.
¿A quienes les afecta entonces esto? La Seguridad Social tiene publicada una lista de los colectivos que tienen derecho a la jubilación anticipada por razón de grupo o actividad profesional. De este listado, solo se salvan los miembros del cuerpo de la Ertzaintza y de la Policía Local, puesto que según unas medidas aprobadas el pasado diciembre tienen establecida una cotización adicional. Concretamente, los agentes municipales podrán jubilarse a los 59 años si cumplen unos requisitos, pero por ello tienen que abonar una cotización adicional del 10,6%, de los cuales el 8,84% los pagarán los ayuntamientos y el 1,76% restante los policías en activo, detrayéndoselo de sus nóminas. Y lo mismo les sucede a los ertzainas, que pese a que ya se les reconocía el derecho de retirarse a los 59 años, en el mencionado Real Decreto se les impone la cotización adicional del 9,90%. Todo ello para «garantizar la sostenibilidad del sistema».
Pero en la próxima nómina la cotización por accidentes de trabajo y enfermedades profesionales sí subirá de forma considerable para todos los trabajadores incluidos en el Estatuto Minero; el personal de vuelo de trabajos aéreos, como los pilotos –que pasarán de pagar una prima del 3,6% en diciembre a duplicarse en enero al 7,15%– y auxiliares de vuelo; los artistas; profesionales taurinos; bomberos al servicio de las administraciones y organismos públicos; y trabajadores ferroviarios. ¿Por qué? Porque se consideran trabajos «de naturaleza excepcionalmente penosa, peligrosa, tóxica o insalubre y que acusan elevados índices de morbilidad o mortalidad», según se explica. En todo caso, para poder jubilarse con antelación –nunca antes de los 52 años– tendrán que cumplir unos requisitos, como haber cotizado un número de años en dicha profesión.
Sin embargo, el propio secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, se mostró recientemente contrario a estos privilegios y puso como ejemplo a los maquinistas de Renfe, que pese a desarrollar una actividad que no es «muy penosa», se jubilan antes porque mantienen la antigua categoría de fogoneros, es decir, por regirse por normas muy antiguas. «Nosotros queremos que la gente que se jubile antes pague más», apuntó en un encuentro con los medios en el que avanzó el proyecto que tiene en mente el Ejecutivo de alargar un año la edad efectiva de jubilación, que en la actualidad se sitúa en 63,9 años. El objetivo es que en 2048 se retrase hasta los 65,5 años, lo que todavía quedaría año y medio por delante de la edad legal de retiro, que en 2027 ya quedará establecida en los 67 años.
Es más, Granado se atrevió a augurar que dentro de 20 años no existirá ninguna figura de jubilación anticipada que no obligue a los beneficiarios a pagar más por ello, a semejanza de lo que ha ocurrido recientemente con la Policía Local y la Ertzaintza. «Todas las figuras de jubilación anticipada van a tener que incorporar financiación particular», advirtió. Así pues, prepárense bomberos, toreros, mineros, actores, bailarines, pilotos… porque ahora les ha subido la cotización por accidente de trabajo, pero todo apunta a que dentro de poco tendrán que incorporar una cotización adicional si quieren ser pensionistas antes de tiempo
Fuente: Hoy.es