La «traición» de James Dyson, el multimillonario pro-Brexit que ha decidido trasladar su compañía a Singapur, ha desencadenado el pánico empresarial en el Reino Unido ante la posibilidad cada vez más cercana de un no acuerdo con Bruselas. En cuestión de horas, varias compañías anunciaron sus planes de contingencia: Sony confirmó el traslado de su cuartel general europeo a Amsterdam, P&O informó que sus ferris del Canal de la Mancha llevarán bandera chipriota y la marca de coches de lujo Bentley condenó el Brexit como «un asesino de los beneficios».
Carolyn Fairbairn, directora ejecutiva de la Confederación de la Industria Británica (CBI), subió el tono de sus ataques contra la estrategia del Gobierno en declaraciones a The Guardian: «La opción de un no deal debe ser rechazada inmediatamente. Es la única manera de frenar el daño irreversible y restaurar la confianza entre las empresas».
La misma advertencia lanzó Claire Walker, de las Cámaras de Comercio Británicas: «Las empresas han sido muy claras desde el principio sobre la necesidad de evitar un Brexit caótico y desordenado. El Parlamento debe actuar urgentemente para evitar que el Reino Unido pueda abandonar la UE sin un acuerdo en marzo».
El secretario del Tesoro, Philip Hammond, aseguró confidencialmente a un grupo de más de 300 empresarios la semana pasada que la premier Theresa May estaba dispuesta a retirar la opción del no deal sobre la mesa. Pero la líder conservadora, presionada por el ala dura de su propio partido en su propio gabinete, ha reiterado su intención de «dejar abierta» la opción del no deal en la cuenta atrás hacia el 29 de marzo, mientras intenta lograr desesperademente el apoyo a un hipotético plan B del Brexit muy similar al que fue rechazado por 230 votos en Parlamento la semana pasada.
«¿Puede decirme usted por qué se obstina en mantener sobre la mesa la opción del no deal, rechazada por igual por los empresarios y por sindicatos por el severo daño económico que causaría a la economía y a la creación de empleo?», espetó el líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, que expresó su confianza en que el Parlamento bloquee el «no acuerdo» ante la pasividad del Gobierno.
El efecto Dyson se ha extendido entre tanto entre las compañías británicas, decididas a activar sus planes de contingencia a falta de poco más de dos meses para la fecha prevista para el Brexit. El «rey de las aspiradoras», considerado como el símbolo del made in England, no ha dado la cara para responder a las acusaciones de «traidor» lanzadas de todos los frentes del espectro político.
La compañía ha reiterado sin embargo la intención de invertir y mantener los 4.000 puestos de trabajo en Reino Unido, incluidos sus centros de desarrollo e investigacion en el condado de Wiltshire. El director ejecutivo Jim Rowan justificó el traslado a Singapur como parte de la estrategia para convertirse en «un compañía tecnológica mundial» (sin mencionar el 17% del impuesto de sociedades en su futura sede, frente al 19% en Reino Unido).
Casi al mismo tiempo del anuncio de Dyson, Sony confirmaba su traslado de su sede europea de Londres a Amsterdam, siguiendo los pasos de su rival Panasonic. La compañía justificó el movimiento de piezas para «evitar la disrupción causada por el Brexit», aunque precisó que su personal en la capital británica no se verá afectado por la decisión.
En su reciente visita a Londres, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, expresó a Theresa May la creciente preocupación de las empresa niponas ante la posibilidad del no deal y el riesgo para los 150.000 puestos de trabajo en el Reino Unido. Otras firmas japonesas como Nomura Holdings, Daiwa Securities, Sumitomo Mitsui o el banco Norinchukin han planeado ya el traslado de sus bases europeas fuera de Londres.
Los fabricantes de coches han expresado también su alarma ante el no deal. Honda ha planeado el parón toda de la producción durante seis días en abril para planear los efectos del Brexit «a nivel logístico y aduanero». Toyota ha advertido que un «no acuerdo» afectará a las inversiones en su planta Burnaston y obligará reducir temporalmente la producción a la mitad.
Adrian Hallmark, director ejecutivo de Bentley, advirtió entre tanto que el Brexit se ha convertido en un «asesino» y se está traduciendo en costes adicionales que van a poner en riesgo la recuperación de la compañía, ahora que volvía a dar beneficios.
P&O, establecida en el Reino Unido en 1837 y considerado como uno de los mayores operadores de ferris del Canal de la Mancha, ha anunciado entre tanto que sus barcos (incluido el Spirit of Britain) funcionarán después del 29 de marzo con bandera de Chipre, «por razones operativas y económicas».
Fuente: ElMundo